La última película de la que pudimos disfrutar en este magnífico ciclo de Bollywood en Negro fue la divertida Johnny Gaddaar, segunda película de Sriram Raghavan quien ya rompiera la taquilla con su primer film Ek Hasina Thi, un thriller criminal protagonizado por Saif Ali Khan y Urmila Matondkar.

En Johnny Gaddaar nos encontramos con Un grupo de cinco hombres que realizan actividades ilegales en Mumbai. Cuando le ofrecen a Seshadri –el más veterano de la cuadrilla- un trabajo con el que podrían conseguir una gran suma de dinero en cuatro días, todos aceptan la oferta. Sin embargo, el benjamín del grupo, Vikram, tiene unos planes muy diferentes. Con la esperanza de lograr una vida cómoda junto a su novia Mini, idea una estrategia para quedarse con el botín. Lo que él no ha calculado son las graves consecuencias que sus actos pueden acarrear a todos los miembros de la banda.

Sriram Raghavan, director y guionista, construye una historia con cierto aire retro inspirada en las cintas de crímenes de los 70 tanto Hollywoodienses como indias. En particular la cinta puede verse como un homenaje a películas como James Hadley Chase y con múltiples referencias al papel de Amitabh Bachchan en Parwana, no olvidemos que esta película aparece varias veces en la misma y es de donde nuestro joven protagonista toma la idea de su particular desfalco. El resultado se deja ver desde unos créditos iniciales muy divertidos, con un aire de los 70 que se acompaña en la banda sonora, destacando la canción de Johnny que me gusto mucho, y un desarrollo un poco tarantiniano donde se nos presenta en primera instancia una escena aparentemente de la fase final de la película para volver al instante al desarrollo inicial. La banda sonora acompañara toda la película con este estilo, mezclándolo con temas más electrónicos y modernos, la fotografía es colorista y el ritmo de la película trepidante, con un guión lleno de giros y sorpresas.

En cuanto a las actuaciones destacan los 4 miembros del grupo criminal, encabezados por el conocido actor indio Dharmendra como líder del grupo, aunque su papel no pueda hacernos ver el verdadero magnetismo que desprende este clásico del cine de Bollywood. En segunda instancia tenemos al protagonista encarnado por Neil Nitin Mukesh, con un papel a mi parecer sobresaliente en donde su aire juvenil y casi de no haber roto un plato se mezcla con las diferentes situaciones donde se ve envuelto. El cuarteto lo completan Zakir Hussain y Vinay Pathak, muy correctos en sus respectivos personajes. La presencia femenina corre a cargo de Rimi Sen, como la novia del joven Vikram y esposa de uno de sus socios, y Ashwini Khalsekar como la esposa de Prakash (el otro socio).

Esta es una película que se sale de los cánones del cine negro más serio y tradicional para presentarnos un cuadro retro lleno de colorido, acción y enredos de guión, donde podemos llevarnos más de una sorpresa y hasta la escena aparentemente más intrascendente puede resultar clave. Un ejercicio de puro entretenimiento.

La clausura de esta edición del Festival de Cine de Granada – Cines del Sur era la coproducción Coreano americana Late Autumn, del director y guionista coreano Kim Tae-Yong.

La historia se ambiente en Seattle y nos el encuentro entre Anna y Hoon. Anna lleva siete años en prisión por el asesinato de su marido, un hombre violento que la maltrataba. Presa modelo, tras la muerte de su madre, consigue un permiso de tres días para asistir a su funeral. En el autobus rumbo a su destino, un desconocido llamado Hoon le pide el dinero que le falta para comprar el billete. Por su parte, Hoon –un inmigrante coreano que se gana la vida como gigoló– está intentando escapar de un marido celoso que ha decidido darle caza. Aislados y acechados por una terrible soledad, ambos se convierten en compañeros de viaje. A medida que se van conociendo, algo inesperado surge entre ambos. Sin embargo, la sombra del retorno a prisión de Anna no es lo único que amenaza este frágil amor.

Remake del clásico del cine coreano Late Autumn (1966) esta película se aleja enormemente de los estereotipos del cine romántico coreano y une a dos personajes diferentes, aislados en un mundo extraño, que al encontrarse se unen en contra de su soledad casi con desesperación de una manera muy especial, donde el amor y la unión está en el aire de una manera tácita no reconocida. “Gracias por escuchar mi historia” es todo cuanto dice Anna y “Solo quiero hacerte sonreír” es la respuesta de Hoon, lo más cercano a una declaración de amor hatas el final de la película, donde este explota en una escena clave. La china Wei Tang (Anna) y el coreano Hyun Bin (Hoon) tiene una relación en pantalla muy especial, con largos silencios mezclados con momentos de humor, cualquier situación puede expresar los sentimientos encontrados. La química entre los 2 actores es increíble, el lenguaje corporal es una de las partes claves de la expresión sentimental ya que la barrera idiomática hace que la película se mueva entre silencios, lo cual le da aún más belleza.

Late Autumn pretende llegar directamente al corazón sin pasar antes por el cerebro, trasmitiendonos unos sentimientos primigenios de una manera bella y conmovedora. Esto lo consigue con bastante eficacia pero ciertas partes del final, que no quiero contar por no revelar detalles de la trama, sobran y rompen un poco la atmósfera que se había creado alrededor de la película, estropeando el conjunto. Aún así estamos ante una película muy interesante y recomendable.

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