nausicaaKaze no Tani no Naushika (1984)
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki (manga de Hayao Miyazaki)
Producción: Hakuhodo, Nibariki, Tokuma Shoten, Topcraft
Música: Joe Hisaishi
Animation, adventures, post-apocalyptic sci-fi, steampunk

Los Dioses Guerreros acaban con el ecosistema durante una cruenta guerra apocalíptica llamada Los siete días de fuego. Mil años después, sólo los pueblos de Tormekia, Pejite y el Valle del Viento sobreviven en la tierra, amenazados con ser engullidos por el bosque del Fukai, un bosque plagado de plantas y hongos que expulsan veneno a la atmósfera, salvaguardado por insectos gigantes. Ante tal amenanza, Pejite y Tormekia luchan entre sí provocando la ira de los insectos que pueblan el Fukai, mientras la princesa Nausicaä gobierna el Valle del Viento con harmonía y paz. Pero todo cambiará cuando una nave de Tormekia colapse en el Valle del Viento portando un peligroso pasajero.

En este contexto, se desarrolla el único film de género post-apocalíptico de Hayao Miyazaki. Deamer afirma que Nausicaä del Valle del Viento es, junto con Akira de Katsuhiro Otomo, una película de realismo acción-imagen en la que se nos muestra como la historia del universo y de las civilizaciones impactan la una con la otra (DEAMER, 2014). El tema de la armonía entre el ser humano y la naturaleza se inspira en el animismo shintoísta y es muy recurrente en las películas del Studio Ghibli, de hecho veremos como MIyazaki lo desarrolla luego en La princesa Mononoke (1997), pero nunca más volveremos a ver en toda su filmografía la consecuencia de romper drásticamente esta armonía. Por supuesto, el apocalipsis nuclear se trata en muchas películas japonesas pero Deamer argumenta que Miyazaki crea, en este caso, una posibilidad para la humanidad de escapar del ciclo de destrucción heredado de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki y de las amenazas de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia. Pejite y Tormekia serían, en esta visión, sucesores de la narrativa binaria de los estados guerreros, dos pueblos tecnológicamente más avanzados que el Valle del Viento, atrapados en el conflicto y que habrían olvidado por qué luchan; mientras que el Valle del Viento que vive en armonía con la naturaleza se erigiría como el encargado de revelar que no existe oposición entre naturaleza y humanidad, sino que forman un ecosistema. En esta misma tónica de crítica a la historia contemporánea también evolucionan otros dos filmes de Miyazaki: Porco Rosso (1992) y El viento se levanta (2013); pero sin duda esta es la más dura con la humanidad.

Nausicaä del Valle del Viento está basada en el manga del mismo nombre de Miyazaki que comenzó a serializarse en 1982 en Animage. El director ya se interesa por la Nausicaä de Homero cuando hace Lupin III: El castillo de Cagliostro (1979), de la que toma prestada la escena en la que salva a Lupin en el mar. Pero esta vez, además, toma prestado mucho más. La Nausicaä de Homero está en conexión con la naturaleza y cumple en La Odisea la función de reconectar a Ulises con la civilización. De igual modo, la Nausicaä de Miyazaki se encuentra en perfecta sintonía con el viento y es la única capaz de calmar a los ohm, y su función en el film es precisamente la de retornar a la humanidad a un estado más civilizado (VON FRANZ 1995 citado por SHORE 2014). Pero el personaje de Nausicaä, para mí la heroína más perfecta de todas las que ha creado el director, tiene un trasfondo psicológico mucho más complejo.

nausicaa

A la estética heredada de la Clarisse de Lupin III, la Nausicaä de Homero en mente y el tributo a la princesa de una leyenda del folclore japonés de la era Heian La princesa que amaba a los insectos (“Tsutsumi Chunagon Monogatari”), hay que sumarle la interesante teoría del viaje heroico de la mujer que aplica Maureen Murdock a las heroínas de Miyazaki (MURDOCK 1990 citado por SHORE 2014). Murdock compara las heroínas de Miyazaki con la conciencia global que siempre busca el equilibrio. Estas heroínas sufren de la llamada herida del patriarcado cuando se separan de su vínculo materno para pervivir en las sociedad patriarcales y realizan una viaje introspectivo para sanar esa herida mediante la reconexión con el vínculo materno. Shore (SHORE, 2014) se sirve de esto para interpretar el viaje de Nausicaä de esta manera: la herida del patriarcado de Nausicaä se produce cuando ella es muy pequeña y trata de esconder un bebé ohm a los adultos pero finalmente se lo arrebatan para matarlo. Ella ha olvidado este recuerdo pero los ohm conectan con su conciencia a través de sus antenas y se calman con Nausicaä gracias a este recuerdo. Pero cuando Nausicaä cae en las arenas movedizas, cae en la conciencia de la Tierra y se sumerge en su propia conciencia y retoma este recuerdo que, sin embargo, le da fuerzas para querer conciliar al mundo. Descubre entonces que la humanidad contaminó la tierra y que mientras los árboles son los que limpian este veneno, los insectos les protegen; y es al reencontrarse con su vínculo materno es cuando encuentra la solución pacífica al conflicto. “No es una protagonista que derrota al oponente, sino una protagonista que entiende y acepta”. (McCARTHY 2002 citada por SHORE 2014).

Existe un personaje femenino que contrasta con la personalidad de la protagonista: la princesa de Tormekia, Kushana, que sirve como opuesto binario de Nausicaä. Kushana es la sombra de la luz de Nausicaä. Si Nausicaä está en armonía con la naturaleza, Kushana se ha fusionado con la tecnología para convertirse en una guerra biónica en su afán dominador heredado del imperialismo occidental. Sin entrar en detalles, decir que en el manga se explica por qué Kushana actúa como actúa, ya que Miyazaki nunca hace un personaje malo porque sí. Pero me gusta mucho como el director juega con la metáfora Kushana-Teto. Kushana es como un zorro-ardilla asustado, herida por la sociedad en la que vive; y así es como la trata Nausicaä: la salva como a Teto después de haber sido la causante de la muerte de su padre y le deja que la muerda hasta calmar su ira. En esta línea, se podría decir que, perdonando la muerte de su padre, Nausicaä ha trascendido la dinámica de los estados combatientes para poder reconciliarlos.

nausicaa

Los personajes masculinos no destacan en la película. Kurotawa y el maestro Yupa son cruelmente relegados a un segundo plano. Y aunque Mito y el resto de consejeros nos ofrecen alguna frase celebre que ensalza la confianza y el amor que sienten por Nausicaä, la realidad es que Miyazaki no profundiza en sus personalidades. Ni siquiera en la del príncipe Asbel de Pejite que no tiene todos los matices que tiene en el manga y, aunque está guiado igualmente por la venganza, en el film pierde fuelle.

Claro, si el director pretendía erigir el vínculo materno como clave para acabar con el círculo de destrucción de la amenaza nuclear, es lógico que sacrifique a los personajes masculinos de esta manera. Pero que conste que no estoy haciendo una lectura feminista. Es cierto, tal y como indica Shore (SHORE 2014) que las heroínas de Miyazaki son radicalmente opuestas a las de Disney que viven en consonancia con una sociedad patriarcal, mientras que las de Miyazaki buscan un equilibrio entre el vínculo materno y el paterno. Pero lo que pretende el director, a mi forma de ver, es conectar a su heroína con la imagen de “madre sabia, buena esposa” de la conceptualización de la maternidad en la tradición japonesa, que en síntesis homenajea a la madre del director. Miyazaki nos ofrecería, así, una reinterpretación positiva del concepto y lo reactualizaría para la sociedad contemporánea. Por eso, no es fortuito que sea la madre de Asbel quien ayude a escapar a Nausicaä ni que sean las mujeres de Pejite las que defiendan a sus hijos, mientras los hombres heridos prefieran seguir luchando y demostrar el orgullo de Pejite, o que los hombres de Tormekia sólo estén interesados en matar a Yupa para obtener la fama.

Con todo, Nausicaä es de las obras más complejas y bellas del director. Denota su pasión por la aviación, su filosofía shintoísta, su crítica más mordaz a la historia contemporánea pero también su más absoluto compromiso con la humanidad. Gracias a los 742 millones de yenes que recaudó en las taquillas japonesas, Miyazaki y Takahata consiguieron, por mediación de Toshio Suzuki, que el presidente de Tokuma Shoten les ofreciera el apoyo necesario para la creación del Studio Ghibli. Además, esta sería la primera colaboración entre el director y Joe Hisaishi. Muy alto dejaría el listón esta película.

Bibliografía
DEAMER, David. Deleuze, Japanese Cinema, and the Atom Bomb: The Spectre of Impossibility. Bloomsburry Publishing: USA, 2014.
DEWEESE-BOYD, Ian. “Shojo Savior: Princess Nausicaä, Ecological Pacifism, and the Green Gospel”. En: Journal of Religion and Popular Culture. Toronto: University of Toronto Press, 2009.
ROBLES, Manuel. Antología del Studio Ghibli: de Nausicaä a Mononoke (1984-1997). Vol. 1. [s.l.]: Manga Books, abril de 2010.
SHORE, Lesley Anne. The Anima in Animation: Miyazaki heroines and post-patriarchal consciousness. Pacifica Graduate Institute. Facultad de filosofía. 2013. USA: ProQuest LLC, 2014. Tesis doctoral.

nausicaa

Redacción: Sabrina Vaquerizo (@svaquerizo)

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.