Continuamos con nuestro repaso a todo lo que dió de si, asiaticamente hablando, el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Cinema Sitges 2011. Hoy, por ser viernes, me he explayado un poquito más de la cuenta y os traigo reseñas de ambas partes de Gantz, The Raid, los Kaidan Horror Clasics, The Bengali Detective y Sector 7. Como siempre esperamos vuestros comentarios.

Gantz y Gantz Perfect Answer

Japón, 2011.
Director: Shinsuke Sato.
Intérpretes: Kazunari Ninomiya, Kenichi Matsuyama, Yuriko Yoshitaka, Kanata Hongo, Tomorowo Taguchi, Takayuki Yamada.
Duración: 132 min. + 141 min.

Cualquier aficionado al manga japonés esperaba con más o menos expectación estas 2 películas adaptaciones de la obra gráfica de Hiroya Oku y un blockbuster en toda regla. Empezaré diciendo que no he leído el manga, ni he visto la adaptación a anime (que recibió tantas presiones que se quedo en adaptar solo una parte de manga con un final alternativo y no se continuo con el proyecto), pero me consta que es una obra no apta para todos los públicos, llena de drama y acción pero también de violencia, gore y generosas referencias sexuales. Aquí la cosa es mucho más suave, aunque se entiende ya que todo en esta película tiene clara vocación comercial y de llegar al máximo público posible. Esto último es una evidencia si vemos que el papel de Kei lo interpreta uno de los idols del momento en Japón (y fuera de él), el «Arashi» Kazunari Ninomiya.

¿Pero de que va Gantz? Pues empezamos con las figuras protagonistas de Kei y Masaro, dos jóvenes que se conocieron en la infancia y que se reencuentran en una estación de metro cuando alguien cae a las vías. En su intento por ayudar, más de parte de Masaro que de Kei, ambos son arrollados por el metro, pero misteriosamente aparecen en una habitación donde solo hay algunas personas más y una extraña esfera negra. ¿Que ha sucedido? ¿Están muertos realmente? La esfera negra, a la que denominan Gantz, les facilita equipo y les pide que maten a un supuesto extraterrestre.

La premisa no podía ser más sugerente y si a esto le damos un toque de gore, aunque mucho más disimulado y contenido que en el manga, algo de acción, un gran estilo gráfico aparentemente fiel al manga y uno buenos efectos visuales y FX el resultado puede ser muy entretenido y ameno. A mi me mantuvo pegado al sillón y es que todo era nuevo para mi y la intriga de que es lo que está pasando siempre está presente. Ahora bien esta primera parte actúa casi en su totalidad como presentación de los personajes e intento de desarrollo de sus personalidades, cosa que puede hacer que la veamos como un poco repetitiva (mantiene una especie de estructura capitular con los diversos ataques a aliens y los interludios entre los mismos) y quizás un pelín alargada. La última parte es un desencadenante de acción de cara a la segunda y nos dejara con ganas de más, mucho más. Como punto negativo lo ridículo de algunos aliens (sobre todo el segundo), que me pareció un poco estúpido.

La segunda parte, que ha de verse como una continuación directa haciendo de ambas películas un todo, se aleja mucho más del manga y nos presenta una historia más compacta que la primera parte, obviando ya los ataques independientes para desarrollar un guión más complejo hacia la resolución final. Al empezar la película cambia un poco de tono, se nos presenta un detective que investiga los extraños casos de destrucción y desapariciones, aparece una pequeña esfera negra que parece guiada por Gantz y una serie de nuevos personajes.

La acción es la parte más importante de esta nueva entrega y desde luego no se cortarán un pelo a pesar de su carácter más comercial, si hay que matar a alguien o liarse a tiros en un metro lleno de gente pues uno se pone a ello y listo. El desarrollo es ágil y dinámico, los efectos especiales y coreografías nada desdeñables y la banda sonora de Kenji Kawaii me gusto en casi todo el metraje. A mi particularmente el final me dejo bastante frío y esa historia del detective del policía tenia un peso tan escaso que no llamaba mucho la atención. Además no nos olvidemos que esto es una película tendente a lo comercial, algunas escenas «sensibleras» se alargan en demasía.

Pero desde luego nos encontramos ante unas películas imprescindibles, que a pesar de sumar casi 4 horas y media se ven con interés, entretenimiento e intriga. Yo les quitaría un pelín de metraje, pero eso son cosas mías.

The Raid

Indonesia, 2011.
Director: Gareth Evans
Intérpretes: Iko Uwais, Doni Alamsyah, Yayan Ruhian, Ray Sahetapy, Joe Taslim
Duración: 100 min.

Siempre hay una, o varias, películas muy esperadas dentro de este tipo de festivales pero no por su reparto o por su procedencia, sino por haber creado una especie de mito a través de internet o haberse extendido los rumores o tráilers por la red de redes como la pólvora. Este es le caso de The Raid, pero esta vez venia precedida de una película de acción tan contundente como Merantau, y es que Gareth Evans e Iko Uwais vuelven a unir sus fuerzas para ofrecernos una de las cumbres del cine de acción de los últimos años, sin paliativos, sin adulterar, sin guión…

Todo el mundo en Jakarta sabe que en los barrios bajos de la ciudad hay un edificio que sirve de refugio para los criminales más peligrosos de Indonesia. Algo así como una fortaleza del mal cuya leyenda crece día a día y a la que incluso la policía teme acercarse. Pese a ello, un grupo de fuerzas especiales de élite intentará derribar sus defensas y penetrar en sus entrañas. Pero la operación no sale según lo previsto, y los policías se encontrarán atrapados en el edificio, sin escapatoria posible y rodeados de asesinos y gángsters.

¿A que parece la intro de un videojuego? Incluso en «La Horda» tenían más escusas para ir a un edificio y quedarse encerrados dentro. Pero es que esta vez Gareth ha aprendido muy bien de los errores y críticas que recibió con Merantau y si una película de acción quiere la gente, una película de acción tendrá. Las coreografías son simplemente trepidantes y en ocasiones brutales, como no se han visto en el cine en tiempo largo. o vamos a volver a incidir en que este tipo de producciones no es nuevo, en Hong Kong se hacían en los 80 y 90 y muy bien, pero es cierto que desde hace mucho no disfrutábamos tanto o más bien nos dolía tanto (esos golpes tan brutales que hacen saltar una exclamación de dolor a la sala entera). ¿Queréis que siga? es que no hay más, acción y adrenalina durante más de 90 minutos es lo que nos ofrece, el guión justo para salir del paso y ya está, a disfrutar.

No puedo terminar esto sin hace runa mención especial a Yayan Ruhian en el papel de «Mad Dog», el psicópata secuaz del jefe mafioso que han de detener nuestros protagonistas y que en mi opinión llega a eclipsar a todos los demás, incluido Iko. En un papel de loco desatado que prefiere sus puños a las pistolas, la coreografía final con Iko Uwais y Doni Alamsyah (creo recordar, igual me confundo de actor) en un 2 contra uno es simplemente espectacular y en ella Yayan demuestra como es capaz de repartir a todo lo que se le ponga por delante. No os la perdáis.

Kaidan Horror Classics

Japón, 2010.
Directores: Masayuki Ochiai (Kata-ude), Hirokazu Kore-eda (Nochi no Hi), Lee Sang-il (Hana) y Shinya Tsukamoto (Hazakura to Mateki)
Intérpretes: Mitsusu Hirata, Sei Ashina (Kata-ude), Ryo Kase, Yuri Nakamura (Nochi no Hi), Yutaka Matsuhige, Haruka Igawa (Hana), Aoba Kawai, Eri Tokunaga (Hazakura to Mateki)
Duración: 160 min. (40 min. aprox por corte).

Los Kaidan Horror Classics nacen como capítulos de una serie de televisión que la cadena japonesa NHK realizó como homenaje al género Kaidan clásico, o lo que es lo mismo las historias de fantasmas más puramente japonesas. La cadena de televisión decidió tomar 4 conocidas historias de reputados escritores de este género y para completar los cuartetos a 4  directores de cine de primer nivel para que dirigieran esta serie de cortes de unos 40 minutos cada uno.

Hay que partir de la base de que el terror clásico japones difiere en buena medida de la concepción que tenemos nosotros del miedo. Sin animo de entrar en profundas reflexiones en los diferentes capítulos de Kaidan vemos apariciones y fantasmas en general muy humanizados, con desarrollos muy naturales en los que el miedo es algo sutil e innato a lo que sucede, no sustos que van y vienen. Incluso muchas veces el terror no es el fin último, sino el sobrecogimiento o la expresión de fuertes emociones a través de sucesos extraños.

El primer corte lo firma Masayuki Ochiai (Shutter) adaptando un relato de Yasunari Kawabata llamado The Arm (El brazo). La cosa va de una mujer que presta su brazo a un hombre para que pase la noche con él debido al fetichismo que siente este último por estas partes del cuerpo. La cosa va así, le hombre charlando con el brazo en una habitación en un desarrollo lento y rarísimo que va degenerando hasta una paranoia con niebla, una mujer dentro del coche y yo que me quede con la sensación de que no había pillado algo porque no entendí ni la historia, ni me «emocionaron» las imágenes que veía. Así que eso, no me gusto casi nada.

Pasamos entonces al conocido Shinya Tsukamoto y su corte «The Whistler», basado en una novela de Osamu Dazai. Tsukamoto construye aquí una relato con toques sobrenaturales pero que esconde realmente un melodrama familiar de 2 jóvenes, hermanas, en la que una está enferma y la otra ha de cuidar de ella, sintiendo realmente esta ultima celos de su hermana por conocer el amor a través de unas cartas y reconcomerse a si misma por dejar escapar el suyo que ha partido a la guerra. Como digo básicamente un melodrama pero que deja toques sobrenaturales que le dan un aliciente interesante la conjunto.

Y llegamos al que quizás me gusto más por como me trasmitió ese estilo clásico y má cercano al Kaidan, que no al terror. Lee Sang-il (Hula Girls) adapta una historia corta de Akutagawa Ryūnosuke llamada «The Nose» (La Nariz) y es que en torno a esta parte del cuerpo gira todo. En conocido monje budista se aparta del mundo debido a que su grotesca nariz es motivo de mofa, pero cuando intenta ayudar a un niño a que se ha caído al río todo su odio saldrá cuando este rechace su ayuda al verlo y él no haga nada por salvarlo. El remordimiento es aquí la base de una historia donde la aparición del joven llega sin carga de terror, excepto para el que  se sabe culpable. La penitencia será desvelar su horrenda apariencia a una comunidad rural que lo toma por un diablo.

Por último tenemos al conocido Hirokazu Koreeda que adapta a Saisei Muro en el corte «Letter Days», donde se nos narra como una familia que ha perdido a su hijo recibe la visita de este durante algunos días. La historia vuelve a presentarnos una aparición sin terror, centrándose en el drama familiar por la perdida. Este es quizás el corte más atractivo del conjunto y es que Koreeda sabe llevarlo a su terreno y dejarnos planos llenos de simbolismo y color.

Esta colección deja un balance de un corte bastante malo (The Arm), uno atractivo (The Whistler) y 2 que me gustaron mucho (The Nose y Letter Days). No es un mal resultado.

The Bengali Detective

Estados Unidos/Reino Unido/India, 2010.
Director: Phil Cox
Con: Rajesh The Boss, Sen The Tail, Mou The Coreographer, Rana Spy Camera, Naag Surveillance.
Duración: 97 min.

El detective bengalí es Rajesh, un detective privado de Calcuta que resuelve una serie de casos que van desde el adulterio al asesinato. Además Rajesh sueña con bailar y por ello tiene una pequeña troupe junto con sus ayudantes que entrena para un casting.

Nos encontramos ante un documental que no parece un documental y es que Phil Cox da una sensación de ficción que aleja el resultado de los estándares cine documental puro. Grabada con 2 cámaras Cox se ha permitido realizar un montaje lleno de planos alternativos que da un aspecto muy filmico a la película (cosa que a la que la banda sonora ayuda también en gran medida), aún así el director asegura que quitando algunas licencias dramáticas todo en esta película es real.

El documental se basa en la vida de Rajesh y más quisieran algunos guionistas haber ideado una vida como la de este hombre. Un detective privado que aspira a ser bailarín y con una vida familiar bastante dramática debido a su esposa enferma. El film navega en la vida de Rajesh tocando de por si muchos géneros, desde la investigación criminal a los descargos de humor con el tema de los bailes, desde el drama familiar hasta el retrato social que nos muestra una India algo más baja y sucia de la que el glamour cinematográfico nos suele presentar, aquí es la India de la calle, de la pobreza, de los asesinatos… El desarrollo de los retazos de vida de este hombre desde luego parece ficción por todo lo que se ve y se nos cuenta.

Un documental interesante, donde la humanidad de Rajesh y sus compañeros nos hace simpatizar con ellos rápidamente y sorprendernos con la vida de tan peculiar personaje.

Sector 7

Corea del Sur, 2011.
Director: Kim Ji-hoon.
Intérpretes: Ha Ji-won, Ahn Sung-ki, Oh Ji-ho, Lee Han-wi, Park Chul-min.
Duración: 101 min.

Otra gran esperada dentro del festival era el “blockbuster” coreano Sector 7, que tras The Host volvía sobre el subgénero de “películas de monstruos”. No es que realmente esperara gran cosa de ella, menos incluso tras sus malas críticas por la red, pero cuando uno gusta de este tipo de films espera al menos que cumplan su función y nos hagan pasar un rato entretenido viendo a un monstruo perseguir a unos pobres y aterrorizados humanos, sea en plan terror sea en plan acción. Pero desgraciadamente esta película no llega.

La historia se centra en una plataforma petrolífera en el Sector 7 y en como un ente salido de nadie sabe donde, bueno nosotros casi si, persigue a los trabajadores que en ella se encuentran. Esta es toda la premisa de la película, y realmente en este tipo de producciones no necesitamos mucho más. El guión peca de típico de manera abrumadora, calcando todo tipo de clichés del cine de monstruos americano de serie B y por ende todos sus defectos y la sensación de que sabemos que va a pasar a continuación, y realmente es bien fácil saber que va a pasar.

Sin pedir una obra maestra del género al menos pidamos que el monstruo tenga un mínimo de coherencia, que haga las cosas por algo, sea comerse a la gente, sea poner huevos dentro de ella o sea lo que sea, no un monstruo aleatorio que esta donde tiene que estar solo para que se desarrolle la acción o matar al pobrecito de turno. Pidamos también unos personajes que no estén sacados del libro “Personajes típicos de una monster movie” y encima llevados un poco al extremo a nivel actoral, o bueno que estén sacados pero no sea todo tan previsible. Pidamos algo de carisma en los papeles protagonistas. Por pedir que no quede, pero a mi al meno no me lo dio esta película.

Las escenas de acción y los FX están bien y regular a partes iguales, bien en algunos momentos, regular en otros, pero el diseño del monstruo no me gusto realmente nada, aunque puede que esto sea solo algo personal. Y con respecto al uso del 3D… bueno tiene también momentos muy interesantes pero otros donde si te quitas las gafas realmente ves lo mismo, aún así me gusto (tengo poco bagaje en esto del 3D jejeje).

Si al ver esta película esperáis ver un nuevo The Host huid despavoridos como si un monstruo os persiguiese. Esta es una película digna de la serie B americana del género, y si la veis con ese planteamiento, con la mentalidad abierta que requiere abstraerse de los fallos y los clichés, puede que paséis un buen rato y le saquéis su juguilllo.

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