Sin lugar a dudas para mi la película estrella del festival es la iraní “A Cube Of Sugar”, una autentica obra maestra de belleza y poesía visual que viene a demostrar el grandisimo momento que el cine iraní tuvo en 2011, donde “Nader y Simin” ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera y ha gustado por igual en casi todo el mundo. Esto realmente me hace tener muchas ganas de adentrarme más de la cinematografía iraní.

Desde luego esta es una película donde no ocurre realmente nada que se salga de la normalidad de una familia, en este caso de una familia que prepara la boda de una joven de sus miembros con el hijo de un vecino acaudalado que vive en el extranjero. Poco a poco iremos conociendo a los diferentes, y numerosos, miembros de la familia, cada uno con su carácter, sus intereses, sus pequeñas rencillas o historias entre ellos. En este espejo se refleja la propia sociedad del país, el choque generacional entre jóvenes y mayores, entre tradición y modernidad. Surgirán antiguas historias, antiguos amores…

El magistral guión pasa sin excentricidades por la vida misma, de forma sutil y natural, y eso sobra, pero a su vez todo está muy bien planteado, los personajes están perfectamente construidos y a pesar de las apariencias todos tendrán su momento de demostrar la importancia de su propia posición en la familia. Bien que hay algún punto que me pareció más extraño que estuviera presente (una de las pequeñas historias secundarias de algunos personajes en relación a unos libros sagrados), pero no llega a sacarnos de la película ni a llevarnos a territorios que no nos interesan.

Muchas cinematografías tienen características que las definen y llaman la atención a quienes no estamos acostumbrados a ellas. La de Irán es una de estas, donde cosas como el uso del color, la plasticidad de las imágenes y la música llenan ciertas películas de autentica poesía visual, embelesando al espectador e introduciéndolo de lleno en esos paisajes, en esas escenas y en su simbología. Todo esto podemos encontrarlo continuamente en “A Cube Of Sugar” y es la fuerza que nos hará mirar con la boca abierta esta producción y que se nos haga hasta corta, a pesar de sus casi 2 horas de duración.

En definitiva, una cinta para ver (más de una vez) y recordar, una cinta para descubrir una cinematografía y que deseemos fervientemente seguir adentrándonos en ella.

Tras poder ver la pasada edición su “All Abaut Love”, la directora china Ann Hui vuelve a Granada con su última película hasta la fecha “A Simple Life”, otra de las más esperadas del festival. Debido a que ha ganado infinidad de premios en los premios más importantes a nivel asiático, como los Hong Kong Film Awards, los Asian Film Awards o los Taipei Golden Horse.

En esta ocasión el film se centra en la figura de Ah Tao, una mujer adoptada en su infancia para el servicio de una familia pudiente y que tras pasar 60 años con ellos se ha convertido en parte imprescindible de la misma. Al sufrir un derrame cerebral Roger, el único de los miembros de la familia que queda en Hong Kong ya que el resto ha emigrado a América, decide hacerse cargo de ella y cuidarla lo mejor que puede.

La directora coge una historia real que le impactó en cuanto la conoció, además el propio Roger Lee  ha estado inmerso en la realización de la película como productor ejecutivo, supervisándola en todo momento. En el ámbito actoral el papel protagonista recae sobre Deannie Yip, con una interpretación espectacular, al igual que la llevada a cabo por Andy Lau, que será le encargado de dar vida a Roger. Ver a Andy Lau en este tipo de registros dramáticos ya es de por si un gustazo, y aquí esta simplemente magistral.

Si a algo nos tiene acostumbrados Ann Hui es a saber dirigir magistralmente las historias que cuenta, y aquí no nos iba a defraudar. Pocos directores son capaces de balancear tan bien una narrativa, mezclando momentos de drama muy duros con guiños tiernos o de humor que tornan el acercamiento a ciertos temas mucho más sencillo, pero no por ello menos impactantes. Digamos que sabe recurrir directamente a los sentimientos más primarios.

Bien es cierto que la línea principal se centra en una historia que mezcla el acercamiento a la vejez con una fuerte historia de familia y cariño, pero Ann Hui aprovecha además para dar unas pinceladas en torno a otros temas, como es el propio mundo del cine. Debido al trabajo de Roger podremos ver numerosos cameos de de estrellas cinematográficas, a veces haciendo de si mismos y otras no tanto, como Tsui Hark, Sammo Hung o Anthony Wong, por nombrar algunos, además de algunos puntos de deriva en torno a a como está funcionando el cine de Hong Kong en la actualidad. Todo esto se presenta de forma sutil y en muchos casas casi cómica, como una suerte de suave parodia, pero ahí está, para el disfrute general.

Habiendo escrito esta crónica después del festival es interesante comentar como Ann Hui se llevo el premio del público en esta edición. A pesar de ser una de las películas más comerciales del festival (o quizás gracias a ello), el público suele votar películas más agradables o impactantes, comedias… ese tipo de cosas, pero en este caso la conexión directa de “A Simple Life” con los sentimientos se produjo mayoritariamente y este fue el resultado. La verdad es una gran elección.

http://www.youtube.com/watch?v=OCD00LLZmys&feature=player_embedded

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