En los últimos meses hemos hablado en más de una ocasión del actor Amitabh Bachchan y de como sus papeles como Vijay, el “Angry Young Man”, redefinieron el cine de acción indio principalmente en la década de 1970 y 1980. Este tipo de películas canalizaban los problemas sociales que atenazaban al país: la corrupción política y empresarial, la pobreza, la inmigración de las zonas rurales a la ciudad, la falta de trabajo y la discriminación de castas, en películas donde más que un héroe surgía un antihéroe que representaba la frustración y enfado de la propia sociedad contra los desmanes de los poderosos. El odio y el enfado requerían acción, ensuciarse las manos, y no el héroe idealista y romántico que se había estado viendo en el cine indio hasta la fecha.

Bachchan no fue el único héroe de acción de una industria tan enorme como la india, pero si que fue el “one man industry”, el hombre que casi era un género cinematográfico en si mismo en su país. Pero con el paso de los años, sobre todo con la llegada de la década de 1990, poco a poco el género va evolucionando y se producen nuevas tendencias en el cine de acción que requieren nuevos rostros. Ahí es donde aparece un joven actor de nombre Akshay Kumar, que con tan solo un par de películas en la espalda protagoniza la cinta que hoy nos ocupa, Khiladi, dirigida por el tándem Abbas–Mustan y que se convertiría en un éxito instantáneo que generaría multitud de secuelas, remakes y spin-offs a lo largo de los años y pondría el nombre de Akshay Kumar en el top del género.

Khiladi nos presenta a Raj (Akshay Kumar) y Boney (Deepak Tijori), dos jóvenes universitarios alegres, picaros y bastante bromistas. Por otro lado tenemos a las amigas Neelam (Ayesha Jhulka) y Sheetal (Sabeeha), que van a la misma clase que los jóvenes y terminarán por establecer una relación mutua. Raj está acostumbrado a ganar siempre en sus locas apuestas y una de ellas llevará a los cuatro amigos a simular el secuestro de Sheetal, hija de un político de carrera. Las cosas se torcerán rápidamente en un thriller de misterio e investigación criminal.

Lo primero que podría sorprendernos de Khiladi es su mezcla de géneros. Su introducción es básicamente toda su primera mitad, casi una hora y media, en donde vemos algo muy parecido a una comedia adolescente, con bromas, amoríos y toneladas de canciones. Su parte de thriller y misterio llega de una forma abrupta y sorpresiva en su última hora, deparando un tono mucho mas oscuro y varias sorpresas de las realmente inesperadas. La película no enseña sus cartas fácilmente y nos hará viajar por géneros insospechados y momentos que parece no deberían estar ahí, pero lo están y se aprovechan de forma bien curiosa. Tristemente la acción es escasa, con básicamente una escena al comienzo y otra al final de la película, siendo solo la primera la que nos dejará ver alguna coreografía marcial destacable que nos traerá a la mente inexorablemente a ese Jackie Chan de Police Story y otras creaciones del cine de Hong Kong, aunque sea solo por un momento.

Esta película se aleja diametralmente de la crítica social, aunque aparece en forma de gag cómico de la mano del excéntrico personaje interpretado por Johnny Lever, y se acerca más a ese aire cool que tienen las producciones de acción indias actuales, con números musicales en zonas exóticas, amores de ensueño y ese tipo de cosas. Su guion es alucinógeno, con situaciones y reacciones bastante locas, pero eso es parte del juego, el alejarse un poco de la realidad, de la lógica, en pos de la sorpresa y el entretenimiento.

El éxito de Khiladi produciría toda una saga cinematográfica para mayor gloria de Akshay Kumar, con diversas entregas propias -todas ellas independientes entre si a nivel argumental- y numerosos remakes en otras industrias de la propia india, protagonizadas por las estrellas locales de turno.

En 1994 se estrena Main Khiladi Tu Anari, que iría definiendo de forma mucho más clara el tono y el contenido de las entregas que estaban por venir. En esta ocasión Akshay Kumar interpreta al inspector de policía Karan Joglekar, que pretende echar el guante al mafioso Goli (Shakti Kapoor) por la muerte de su hermano mayor, también policía, haciendo uso de la joven Mona (Shilpa Shetty), cantante de cabaret y amante de Goli. Para liarlo todo aún más Karan conocerá a Basanti, una joven idéntica a Mona que querrá utilizar durante el caso. Entre todo esto el inspector se topara con Deepak Kumar (Saif Ali Khan), un actor muy conocido por sus papeles románticos que quiere convertirse en héroe de acción imitando al duro policía.

Una vez más nos encontramos ante una película llena de recovecos, sorpresas, giros y escenas fuera de lugar para lo que cabría esperar, lo cual hace difícil escribir una sinopsis que haga justicia a lo excéntrica que puede llegar a ser en muchos momentos. El tono general es menos de comedia adolescente y más de comedia de acción, introduciendo además muchas referencias al propio cine indio por medio de la figura de Saif Ali Khan, y una interesante relación de hermandad con dejes, por momentos, a esas historias del Heroic Bloodshed hongkones en la figura de ambos protagonistas. Tanto Akshay Kumar como Saif Ali Khan son dos actores que me encantan y aquí derrochan complicidad, convirtiéndose en uno de los puntos más destacables de la película.

Por otra parte, esta vez la acción si que hace acto de presencia con persecuciones y numerosas escenas marciales contundentes, acrobáticas y que demuestran todo lo que es capaz de hacer Kumar. El crítico Albert Valentin llegó a compararlo con Jaen Claud VanDamme por su uso de patadas y piernas, y es inevitable no ver la influencia del cine de Hong Kong en las coreografías y stunts. El artífice de todo esto es Akbar Bakshi, hombre clave en el cine de acción indio entre finales de la década de 1980 y 1990: actor, doble de acción y director de acción, colaboró con Kumar en muchas de sus películas de estos años, siendo reconocido con diversos premios por ello.

La siguiente entrega de la saga sería Sabse Bada Khiladi al año siguiente, y esta vez la locura se desata hasta niveles bastante elevados. Akshay Kumar vuelve a ser un oficial de policía duro y resentido que busca atrapar al asesino de su hermano menor y que además secuestró y violó a su tía cuando tan solo era un niño -cosa que se nos mostrará en un flashback inicial de ritmo demencial donde no pueden pasar mas cosas por segundo-. A su vez veremos a un joven de provincias que llega a la capital y que se parece mucho al oficial…

Esta es la primera entrega que produce Keshu Ramsay, miembro de los conocidos Ramsay Brothers, familia cinematográfica que se hizo muy conocida en la india por realizar cine de género, especialmente terror, orientado a un público rural y de corte muy popular. A partir de este momento Keshu produciría toda la saga hasta los primeros compases del siglo XXI, con el apoyo familiar en otras ramas de la producción –Kiran Ramsay estaría a cargo del departamento de sonido, por ejemplo-.

A pesar de adaptar -muy libremente- una novela de Ved Prakash Sharma, Sabse Bada Khiladi es prácticamente un exploit de los clásicos de Amitabh Bachchan, un intento de aprovechar la popularidad de aquellas y de llevarlas aún mas al extremo para sorprender al público. Su introducción, de casi media hora, vuelve a los abogados sin escrúpulos, los desmanes de los ricos hacia los humildes y las historias de traumas infantiles y búsqueda de venganza. Kumar tiene un papel doble de oficial de policía, de nombre Vijay, y ese personaje provinciano que copa buena parte del tramo central que recordará a muchos de los interpretados por Bachchan, bigote incluido. Todo en la película tiene un aire mucho más de serie B que sus predecesoras, centrándose en la acción, la intriga, los engaños y las sorpresas, introduciendo incluso momentos de terror y géneros varios a un ritmo apabullante -no paran de pasar cosas-. No podríamos decir que es una buena película en términos tradicionales, pero si que es intrigante, sorprendente y trepidante. Sorpresa, esa es una de las palabras que siempre definirán las diferentes entregas de Khiladi.

Al año siguiente verá la luz Khiladiyon Ka Khiladi, película sorprendente por varios motivos. La cinta recupera ese aire de gran producción, ambientándose en Canadá y rodándose en gran parte en localizaciones extranjeras. Además introduce un tema muy popular en la década de 1990, la lucha libre, contando con luchadores reales de la WWF como Brian Adams y Brian Lee, este último imitador del conocido The Undertaker, muy presente durante las escenas de acción de la pelñicula.

La historia gira en torno a peleas ilegales de lucha libre. Un joven indio trabaja para una de las femme fatales de este turbio negocio, interpretada de por la impresionante Rekha, y pronto se verá involucrado con la policía y su vida será amenazada. Su hermano Akshay es militar de carrera en la India y viajará para conocer el destino de su hermano, ahora desaparecido. Poco a poco iremos conociendo los devenires de todos estos personajes, si bien casi el 75% de la cinta se basa en tramas románticas con Akshay jugando al enamoramiento y la traición de esa forma tan especial que solo saben realizar los indios, y que encima queda orgánico con el desarrollo de su guion.

La película va girando por temas conocidos, entre casualidades, sorpresas, escarceos amorosos y números musicales -de los que más me han gustado hasta el momento en la saga-. Su acción es más que destacable, primero por las escenas de lucha y los numerosos stunts internacionales, y segundo por un tramo final que se inspira de forma más que evidente en escenas muy conocidas de la película de Jackie Chan “Duro de Matar” (Rumble in the Bronx), estrenada el año anterior.

En 1997 se estrena la que sería la quinta entrega de esta saga, Mr and Mrs Khiladi. Remake de la película telugu de 1992 Aa Okkati Adakku, esta película, al contrario de sus predecesoras, se desarrolla en gran parte en los terrenos de la comedia, dejando la acción en un segundo plano. De hecho todo su tramo central se construye a base de secuencias de gags cómicos súper estúpidos y, por momentos, bastante sorprendentes y chocantes.

Akshay Kumar es un joven que, a pesar de tener muy buenos títulos y referencias, está desperdiciando su vida sin trabajar ni casarse debido a que sigue al pie de la letra las recomendaciones de su tío astrólogo y vidente, que se asegura que se convertirá en Rey si le hace caso. Tras numerosos malentendidos y situaciones risibles relacionadas con todo esto, el joven termina siendo atropellado por accidente por Shalu, interpretada por una estupenda Juhi Chawla, y al final ella se enamora perdidamente de él, intentando convertirlo en su novio ante la oposición primero de él mismo, debido a las directrices de su tío astrólogo, y luego del padre de ella, que exige que el joven le de 100000 rupias para poder concertar el matrimonio en un intento de hacerle ver el valor del trabajo.

Como ya decía, la comedia es la base de la cinta y comedia de la estúpida y bruta, de la pasada de vueltas. Shalu es fan de Amitabh Bachchan y a la mínima suelta frases famosas de sus películas, además, cuando intenta convencer a su padre de que la deje casarse con el joven lo lleva de paseo con su coche atropellando gente o atravesando puestos del mercado mientras el auto pierde piezas solo por asustarlo; El tío de ella rompe constantemente la cuarta pared hablando con el público; el astrólogo le da besitos a nuestro protagonista ante su enfado: “no me des más besos húmedos de esos, son asquerosos”. Todo muy loco…

La película tuvo un éxito moderado en el box office, y hay que reconocer que su cambio de tercio en lo referente a la acción y su humor a base de referencias y chascarrillos locales, seguramente no sea del gusto de todos.

La última película de esta saga en la década de 1990 es International Khiladi, dirigida de nuevo por Umesh Mehra y con un guion de Ved Prakash Sharma que deja atrás la comedia tan presente en las últimas entregas para construir un drama de acción criminal muy curioso.

En este caso Akshay Kumar es el líder de una organización criminal que es detenido por el asesinato de un policía infiltrado y la violación de su hermana, interpretada por Twinkle Khanna. En el juicio esta última, enamorada otrora del capo mafioso, declarará en su contra y toda su pasada historia la iremos viendo durante la primera mitad de la película. Llegados al intermission el guion comenzará a girar sobre si mismo en un juego de traiciones, declaraciones cruzadas y engaños, donde iremos viendo diferentes versiones de la historia de los personajes.

La película es, quizás, una de las mas exageradas que he visto en la saga. Tendría que explicarme, quizás la palabra exagerada no sea exacta. Los primeros 20 minutos, donde se ve la detención del capo mafioso, se llena de frases lapidarias, interpretaciones sobreactuadas, música épica y acción a toneladas… es algo para verlo, una épica dramática criminal superlativa. Este tipo de diálogos lapidarios y llenos de clichés y épica, música dramática y exageradas escenas de acción llenan la cinta dando esa sensación que comento, de gran épica criminal al más puro estilo “Serie B” Khiladi.

El guion mezcla muchas cosas, pero vuelve a tener ese deje a los criminales de Amitabh Bachchan, con Akshay Kumar como líder criminal por un trauma infantil relacionado con la corrupción policial, pero por lo demás todo es bastante forzado, hecho para dejarse llevar. No me entiendan mal, esto es pura diversión y si no son capaces de sorprenderse con sus giros y recovecos es que este no es su tipo de cine.

Y con la llegada del nuevo milenio cerramos este pequeño repaso improvisado a lo que es una de las sagas de acción por excelencia del cine indio de la década de 1990. De la saga oficial con Akshay Kumar aun se entrenarían Khiladi 420 (2000) y Khiladi 786 (2012), y no mencionaremos aquí la multitud de remakes y adaptaciones que se han ido realizando en las diferentes cinematografías indias, algunos de ellos protagonizados por la estrella del cine del sur de la india Mahesh Babu.

Una Respuesta

  1. Sanji

    🙏Gracias kwoon, por enseñarnos el camino hacia estas joyas locas e imperdibles🙏
    Estoy iniciándome en la saga y quiero más. Al estilo cineasia o Mike y sus chinos:
    -lo mejor: todo, especialmente lo delirantes que pueden ser.
    -lo peor: que no se editen en occidente y sean a veces tan difíciles de conseguir.

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