Los chinos no tienen sentido del humor. Al menos eso es lo que haría creer el título de un estudio publicado en el número de octubre de 2011 de HUMOR. “La ambivalencia china hacia el humor: opiniones de estudiantes universitarios en Hong Kong y China” postula que los chinos (1) “tienden a valorar el humor pero se consideran carentes de él” (2), no asocian ser graciosos “con ser chinos ortodoxos” y (3) “el humor es importante pero no para todo el mundo“. En realidad, no es tanto como son los chinos, sino que no necesariamente aspiran a ser graciosos. Según el estudio de Xiao Dong Yue, sus raíces taoístas influyen en ellos para apreciar la comedia como un encuentro armonioso con la naturaleza. Pero, directamente en conflicto con esta apreciación. está la influencia más fuerte que el confucionismo todavía tiene sobre la sociedad china, específicamente, la creencia confucionista de que el humor es “un signo de superficialidad intelectual e informalidad social“. En otras palabras, la comedia es de clase baja.

En la literatura y óperas más antiguas de China hay muchos ejemplos de comedia, pero como el maestro del humor moderno Lin Yu-Tang señala a los investigadores, la cultura margina la comedia de modo que “lo serio se vuelve demasiado serio y lo no serio es demasiado vulgar”. Es quizás por esta razón que hasta hace poco casi no se había realizado investigación sobre el humor en China. Este estudio en particular tenía la intención de probar esta idea de ambivalencia en las generaciones más jóvenes, especialmente los estudiantes universitarios, para ver si estos tres elementos siguen siendo ciertos. De hecho, los investigadores descubrieron que la mayoría de los sujetos de prueba consideraban que el humor era bastante esencial para la vida cotidiana, pero no se consideraban muy graciosos.

Es difícil sacar conclusiones importantes del estudio porque los investigadores solo lo realizaron con estudiantes universitarios de dos regiones de todo el país: el norte de China continental y Hong Kong. Lo más sorprendente, sin embargo, fue que las reacciones fueron bastante consistentes entre los estudiantes del norte y los estudiantes de la antigua colonia británica. Se podría asumir que Hong Kong, habiendo disfrutado de mucha más libertad de expresión bajo el dominio británico hasta la entrega a China en 1997, habría respondido de manera muy diferente. No hay duda que la comedia Hongkonesa del siglo XX tiene una sensibilidad que apreciamos como única, y esto no es necesariamente excluyente hacia el público continental.

La diferencia más perceptible entre los estudiantes encuestados fue en los personajes que identificaron como las personalidades más divertidas de su cultura. Los 10 nombres más populares seleccionados por los estudiantes de Hong Kong fueron todos comediantes, y particularmente comediantes cantoneses nacidos en Hong Kong. Mientras que las nominaciones de los estudiantes chinos incluían “seis comediantes, dos presentadores de programas de entrevistas, un presentador de televisión, un político y un escritor“. Para los curiosos, el político era Zhou Enlai, el hombre de Mao que supervisó logros tan asombrosos en Derechos Humanos como el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. Cabría preguntarme si su nominación es un brillante golpe de humor en sí mismo. El humorista que encabezó la lista de estudiantes de Hong Kong no era otro que Stephen Chow.

Lo que quizás buena parte del público occidental no sepa de Chow, quien alcanzó la fama en Hong Kong durante la década de 1980, es que es responsable de popularizar una forma de humor cantonés llamada “Mo Lei Tau“, que se encuentra en películas como Shaolin Soccer o Kung Fu Hustle. Probablemente una de las muchas razones por las que Stephen Chow es actualmente conocido como el Rey de la Comedia Cantonesa – casualmente protagonizó una película de Hong Kong en 1999 llamada King of Comedy que fue, irónicamente, una desviación de este estilo cómico. Inmediatamente después de las protestas de la Plaza de Tiananmen de 1989 y las tensiones posteriores, la naturaleza escapista del Mo Lei Tau llevó a un aumento en su popularidad y desde entonces se ha convertido en sinónimo de la comedia de Stephen Chow. Uno de sus primeros éxitos dentro del género fue All for the Winner (1990), al que siguieron comedias como Justice, My Foot (1992), King of Beggars (1992), From Beijing with Love (1994), Forbidden City Cop (1996), The God of Cookery (1996) y tanta otras.

El Mo Lei Tau básicamente se traduce como “no tiene sentido”, ya sea verbal, gestual o ambos. Podríamos decir que es “un género cantonés … una comedia sin sentido que depende de la calidad de la escritura con sus diálogos rápidos, respuestas ingeniosas y juegos de palabras … incluye respuestas obscenas, humor amplio y burdo, anacronismos y mordaces sátiras de todas las convenciones y costumbres sociales”. En otras palabras, su sentido del humor es que no tiene sentido. Esta comedia surge de la ubicación de elementos sorprendentes e incongruentes y de la interacción de sutilezas culturales. Sus componentes típicos incluyen parodias sin sentido, sorpresas repentinas en el diálogo y la acción, y anacronismos improbables y deliberados. Además a menudo se rompe la cuarta pared y se ignoran las reglas narrativas. El Mo Lei Tau es una especie de anarquía cómica en la que ignoras todo lo que sabes y simplemente sigues la corriente. Desafortunadamente, el género es tan intrínseco y específico de la cultura de Hong Kong, y del juego de palabras cantonés, que se considera casi imposible de traducir.

Los predecesores de Stephen Chow y Mo Lei Tau fueron los Hermanos Hui. La década de 1970 vio el resurgir del cine cantonés gracias principalmente a las comedias. La película The House of 72 Tenants destrozó los récords de taquilla de la época, superando incluso a Bruce Lee, y más tarde serviría de inspiración para Pig Sty Alley en Kung Fu Hustle. Por la misma época, los Hermanos Hui ganaban popularidad en la televisión, particularmente con su espectáculo de variedades Hui Brothers Show. Poco después iniciaron una compañía de producción cinematográfica con un nombre sorprendentemente similar, Hui Brothers Company, y producirían casi dos docenas de comedias que generalmente se centran en el juego y planes para hacerse rico rápidamente. Aparentemente, estas películas fueron bastante populares entre la clase trabajadora de Hong Kong, lo que en cierto modo apoya la hipótesis del estudio antes mencionado sobre la percepción china de la comedia. Su primer gran éxito, Games Gamblers Play, siguió los pasos de The House of 72 Tenants en 1974 y es considerado un clásico.

El mayor, y mayoritariamente considerado como el predecesor de Stephen Chow, Michael Hui, fue el único hermano de los Hermanos Hui en formar parte de la lista de 10 humoristas elegidos por los estudiantes de Hong Kong involucrados en este estudio. Sin embargo, los tres todavía son muy respetados en Hong Kong. Otro de los humoristas en la lista fue Eric Tsang, que ha protagonizado más de 100 películas pero es más conocido por ser el anfitrión del programa de variedades cantonés Super Trio, que se desarrolló entre 1995-2005, y posteriormente en 2008 con el lanzamiento de Super Trio Supreme. Solo hay que ver los primeros minutos de uno de estos shows para ver el nivel de gags excéntricos y alocados que pueden llegar a producirse.

La industria del cine y televisión de Hong Kong ha dado a luz algunos nombres muy conocidos, particularmente en el género de la acción: Jackie Chan, John Woo, Chow Yun-Fat, pero durante el apogeo del cine cantonés, las comedias eran tan populares e influyentes como cualquier otro género. Por alguna razón, seguramente debido a la falta de traducción, los humoristas como los Hui Brothers, o personajes más actuales como Eric Tsang, Ronald Cheng o Dayo Wong, no han disfrutado del mismo éxito internacional. Hace algunos años Stephen Chow hizo algunos progresos para el humor cantonés con la distribución de Kung Fu Hustle, que también toma mucho de la comedia Gambler popularizada por los Huis, pero todavía se trata de una comedia de acción híbrida.

Quizás la dificultad en su traducción protege la santidad del Mou Le Tai: vulgar, nihilista, alocado y singularmente cantonés.

Referencias:
The Chinese ambivalence to humor: Views from undergraduates in Hong Kong and China. Xiao Dong Yue. Humor – International Journal of Humor Research, Volume 24, Issue 4, Pages 463–480, ISSN (Online) 1613-3722, ISSN (Print) 0933-1719.
NOTA: Esta es una traducción libre, adaptada y ampliada, de parte del artículo escrito por Laura Turner para Vulture.

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