Llegamos al ecuador de nuestro paso por el Sitges Film Festival 2015 con tres películas de lo más variado. Una drama bélico japonés crudo y sobrecogedor, una cinta coreana de espías y acción y una de terror indio fueron nuestro ecléctico sexto día asiático en el festival.

fires on the plain

Fires on the plain
Japón, Shinya Tsukamoto, 2014
Intérpretes: Shinya Tsukamoto, Lily Franky, Tatsuya Nakamura

Fires on the Plain es una novela de Shohei Ooka editada en 1951 y que narra las desventuras del soldado Tamura, inmerso en la campaña japonesa en las filipinas durante la Segunda Guerra Mundial. En plena selva, acosados por el ejercito americano y la propia guerrilla filipina, los soldados japoneses, entre ellos Tamura, tendrán que lidiar con los horrores de la guerra, el hambre, su propia mortalidad y la supervivencia.

Shinya Tsukamoto adapta y protagoniza esta película que ya en 1959 versionó el conocido director Kon Ichikawa en una cinta muy similar a la que hoy nos ocupa. Muchos de los que verán esta no vieron aquella, entonces el debate no les afecta pero… ¿Que necesidad hay de adaptar algo que ya esta hecho?. La comparación entre ambas es inevitable, ya que cuentan la misma historia, con planos muy similares y un desarrollo también muy parecido -no se han tomado muchas licencias que las hagan diferenciarse en el aspecto histórico-.

Ambas películas saben recoger de forma magistral el fondo de la novela, el enfrentamiento de un hombre al horror de la guerra, a la hostilidad de todo cuanto le rodea, enfrentando su deber a su propia supervivencia, tanto física como mental. Lo que diferencia en parte ambas películas es su acercamiento. Tsukamoto crea una película plástica, en donde se le da una enorme importancia a la fotografía y el color. Es impresionante y sobrecogedor ver esa selva verde hasta casi la saturación, el lecho de un río de blancas piedras en su centro y que aparezca Tamura, sucio, oscuro-azulado, en pleno contraste con la dura naturaleza que lo rodea, como un muerto viviente totalmente fuera de lugar. Esta sensación plástica se ahonda con una reducción en los diálogos, una banda sonora muy sobria y un gran uso del sonido ambiente. Además Tsukamoto interpreta a Tamura de una forma bastante espartana, muy estática y con poca expresividad, lo cual acentúa esa sensación de irrealidad visual. Pero si algo me hizo pensar en la película durante estos días fue su final.

Atención spoilers.

La película parece ir perdiendo coherencia conforme avanza. Lo que es el afán de supervivencia se transforma en horror a la guerra y llega a la categoría de infierno -durante el ataque nocturno por ejemplo-. El realismo parece ir perdiéndose dando paso a un delirio, y eso es lo que Tsukamoto hace con el final, transformar los hechos en memorias, lo sucesos en recuerdos de una mente desquiciada y traumatizada. Hasta que punto lo que hemos visto es lo que sucedió o las perversiones de una mente que esta en shock por todo lo que ha vivido. Esa es la nueva manera en que Tsukamoto nos propone ver este relato.

Fin del spolier.

En fin, la película en si funciona de una manera brutal, aunque muchos pensarán que es innecesaria, superior, o inferior, a la adaptación de Kon Ichikawa. Para mi ambas son válidas, muy similares pero que aportan acercamientos ligeramente diferentes.

Assassination

Assassination
Corea, Choi Don-won, 2015
Intérpretes: Gianna Jun, Lee Jung-jae, Ha Jung-woo

Nuestra segunda película del día era la vuelta la ruedo del director coreano Choi Don-won, un realizador del que he visto todas su películas y que me encanta. De sus manos han salido cosas como Tazza, Woochi o The Thieves, todas magnificas cintas que mezclan drama, comedia y acción, con un excepcional acabado técnico -si bien alguna de ellas peca de no cerrar bien sus finales-.

En este caso nos trasladamos a la ocupación japonesa de Corea a principios de la década de 1930. Un grupo de revolucionarios planea dar un golpe a Japón asesinando a un comandante local, pero dentro de sus planes su mejor baza es una asesina que esta actualmente entre rejas. Sin dudarlo se forma un grupo para rescatarla, pero antes de poner en marcha el plan se iniciará un juego de traiciones y balas.

Su larga duración me hacia pensar que esta cinta podía tener sus más y sus menos, pero cuan equivocada estaba. La película no da demasiada tregua, al comienzo ofreciéndonos una historia interesante compuesta por una serie de personajes que terminarán encontrándose de una forma u otra, y ese juego de intereses cruzados y traiciones, después con una parte media y final llena de acción que intenta parecerse al Heroic Bloodsheed hongkonés, con unos magníficos y espectaculares tiroteos. El conjunto tiene un gran equilibrio entre diferentes géneros, lo que la hace fácil de ver y puramente divertida, además tiene un acabado técnico y puesta en escena sobresaliente, usando muchos efectos visuales reales y aparcando un poco el CGI. Es muy muy estimulante y divertido ver como los coches explotan de verdad, y no por ordenador, que quieras o no siempre canta un poco. A todo esto hay que sumar un gran elenco actoral y unas interpretaciones muy homogéneas al resultado final.

En definitiva, esta es una película muy divertida, y con grandes momentos, que se pasa volando.

Ludo

Ludo
India, Q, Nikon, 2015
Intérpretes: Kamalika Banerjee, Joyraj Bhattacharya, Soumendra Bhattacharya

La última película asiática a la que nos enfrentábamos el día de hoy era una de las que tenia ganas de ver. No todos los días el Festival de Sitges proyecta una película india (Bengalí) de terror, y encima con unas muy buenas palabras de Ángel Sala, director del certamen, hacia ella. El cine de terror indio suele ser muy psicotrónico, casi una comedia a ojos occidentales, pero esta prometía mucho estilo y algo interesante si que nos ofreció.

Ludo comienza con unos jóvenes que quieren irse de fiesta y liarla una noche cualquiera. La noche es joven, están cachondos y no tienen un duro. La solución es pasar el fin de fiesta en un centro comercial que ya ha cerrado sus puertas. Pero no estarán solos, y una pareja de ancianos harán acto de presencia.

En un comienzo ya fue interesante ver ese punto de vista juvenil en su introducción, con buenos planos, un estilo que no es el típico en el cine mainstream de la india, y todo ello acompañado de una gran banda sonora. La fiesta estaba en el ambiente. Conforme pasaban los minutos la cosa no avanzaba mal, y así llegamos al centro comercial, donde hará acto de presencia un poco de terror, nada excepcional pero si muy visual. La cinta de divide en dos partes, una la que ya os he comentado, y otra centrada en un pasado donde vemos como la pareja de ancianos se han convertido en lo que son hoy día. Quizás esa parte me gusto algo menos, aunque el conjunto general lo vi interesante, algo ingenuo pero con mucho estilo, sobre todo en su primera mitad.

Quizás soy muy magnánimo porque estamos hablando de una cinematografía tan peculiar como la Bengalí, y porque realmente la herencia del cine de terror clásico indio esta siempre en el ambiente de esta producción. Creo que se deja ver, y los comentarios sobre el bajo presupuesto de la misma y como intentaron hacer un producto decente, procedentes de uno de sus directores (que estuvo presente en un coloquio tras la película), me hicieron apreciarla un poco más.

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