La edición número 48 del Sitges Film Festival ha llegado a su fin y después de más de 30 películas asiáticas vistas en el mismo nos toca hacer un poco de balance de cada una de ellas y de lo que fue nuestra experiencia personal en este imprescindible evento. Este año construiré estas crónicas por días, a medio camino entre la crónica de ambiente festivalero y el comentario de cada película, de una forma algo más distendida, con un estilo más “Sitges”. Esta primera crónica he decidido llamarla “con Sitges y a lo loco” ya que nos metimos un buen puñado de películas en un comienzo de festival moratiniano. No digo más, que esto será un poco largo.

haruko

Haruko’s Paranormal Laboratory
Japón, Lisa Takeba, 2015
Intérpretes: Aoi Nakamura, Moeka Nozaki

El viernes día 9 de Octubre dio comienzo nuestro periplo festivalero con una sesión doble cuya primera propuesta era esta Haruko Paranormal Laboratory, segunda película de la joven directora japonesa Lisa Takeba. Quien viera el pasado año en Sitges su primera producción The Pinkie ya sabe un poco que esperar de Takeba, que llena sus producciones de una imaginación arrolladora, mucha cultura pop, colorido, humor y una buena dosis de locura, en el sentido más juvenil de la palabra. The Pinkie llego a ganar el gran premio en el Yubari International Fantastic Film Festival, el principal festival japones dedicado al género, y ha permitido a Takeba financiar esta película, escrita y dirigida por ella misma.

Haruko es una joven que pasa sus ratos haciendo zapping en su viejo televisor analógico mientras critica todo lo que ve en él, ya sean noticias, películas o cualquier cosa. De pequeña siempre soñó con encontrar un autentico suceso paranormal, y la cosa se desmadrará cuando en cierto momento su televisor cobre vida y la reprenda por este comportamiento, el de criticarlo todo. A partir de este momento se sucederán las situaciones extravagantes relacionadas con el televisor y el hecho de ir por ahí como si tal cosa, todo ello con ese estilo que ya he comentado, humor, un toque de romance, mucho pop en vestuario y sobre todo a nivel musical. La película decae un poco en ciertos momentos pero no pierde su esencia en ningún momento.

Una película amena, entretenida, sin mucho más que decir.

The Maidroid

The Maidroid
Corea, No Zin-Soo, 2015
Intérpretes: Yeong Geon, Aino Kishi

La segunda película de esta sesión doble con la que iniciamos el festival era The Maidroid, película de la que no conocíamos demasiado a priori salvo lo que habíamos leído en la web de Sitges. Resulta que esta es la séptima película del director, que tiene como obras destacadas Da Capo y Norwegian Woods, que se proyecto en el festival de Bucheon y en el de Yubari, ambos centrados en el fantástico. Además una de sus protagonistas era la famosa actriz para adultos japonesa Aino Kishi, lo cual ya era una declaración de intenciones.

En Maidroid nos encontramos a un hombre anodino y pusilánime que trabaja de recepcionista en un Karaoke. Su vida va del trabajo a su casa y de su casa al trabajo, sin mucho más. Un día recibirá un paquete que contiene una chica, un robot domestico que ha ganado en un concurso y que se supone que hará todo lo que le pida. Pero en el manual hay una norma muy clara, nada de sexo con el robot.

Y lo que os imagináis es lo que pasa, una película donde veremos a Aino desnuda buena parte del metraje, y donde el sexo estará más que presente, siendo casi lo único con lo que quedarse de la misma. El drama es mínimo, centrado sobre todo en el enamoramiento que tiene este hombre con una de las chicas de compañía del Karaoke donde trabaja y en como la presencia del robot hace evolucionar en parte su carácter, pero no os creáis que esto es interesante porque no lo es, es algo nimio, vacío. Ni su corta duración da interés a una historia que, si bien tiene ciertos giros, es plana y con poco interés, dejándonos solo los pechos y el humor de ciertas situaciones.

The Taking of Tiger Mountain

The Taking of Tiger Mountain 3D
China, Tsui Hark, 2014
Intérpretes: Zhang Hanyu, Lin Gengxin, Tony Leung Ka Fai

Después de un comienzo de festival más bien mediocre tocaba enfrentarse a la última gran superproducción del eterno Tsui Hark, avalada por estar dentro del Top 10 de películas más taquilleras de la historia de China.

En este caso Hark adapta la novela Tracks in the Snowy Forest del escritor Qu Bo, en donde un grupo de soldados revolucionarios comunistas deben lidiar con un feroz grupo de bandidos que amenazan las aldeas cercanas y que tiene su guarida en un antiguo fortín japonés en la montaña del Tigre. El propio Qu Bo participó activamente tanto en la guerra Chino-Japonesa como en la Guerra Civil por el bando comunista y su novela fue adaptada a una obra de la Opera de Pekín, cuyas imágenes podemos ver abriendo esta película, que ha sido elegida como una de las ocho operas revolucionarias más influyentes de la historia. Lo dicho hasta ahora es interesante porque esta película tiene una cierta carga local de propaganda comunista, de ese cine que se hacía en los 50 y que estaba tan influenciado por el estilo del bloque soviético. Es evidente que heredando una historia tan conocida en China como ésta algo de eso tenia que tener.

La película empieza como tenía que hacerlo para captar el interés y la atención, con unas escenas de acción bien rodadas y trepidantes, que sirven de escusa para ir dando a conocer esa situación inicial que comentábamos antes, ejércitos en retirada (Tanto japoneses como el Kuomintang gubernamental) y bloque comunista luchando por la libertad. Tras esto se nos presenta el grueso de la historia y a los personajes, es entonces cuando el ritmo decae un poco al estar todo narrado de una forma muy clásica, con esas reminiscencias que antes comentaba. Nos encontraremos con infiltrados, traiciones y la búsqueda de un mapa que dará ventaja a quien lo posea, y poco a poco iremos viendo todo el mosaico que se nos presenta, nada complejo y muy clásico, pero bien narrado. El toque Tsui Hark vendrá a partir del segundo tercio de la película, donde la acción empezará a tomar el control de toda la película, una acción bélica general que bebe mucho de los blocbusters de acción estadounidenses, pero que a nivel más cercano también lo hacen del cine de acción local, con tiroteos que recuerda más al Heroic Bloodsheed que a otra cosa. Además Hark se desmelena al final de una forma increíble, para dar esa guinda que a todos nos gustó.

En el nivel técnico el acabado es sobresaliente, tanto a nivel de vestuarios, localizaciones y efectos especiales. Además he de hacer una mención especial al 3D que es brutal, sigo diciendo que el mejor 3D que he visto nunca ha sido en películas chinas, que dan una profundidad y ambientación increible, no solo el efectismo que suele verse en otro tipo de cines en este formato.

En definitiva, una película entretenida que me gusto bastante, si bien puede costar entrar en ella durante su primera mitad por como está construida.

The Treacherous

The Treacherous
Corea, Min Kyu-Dong, 2015
Intérpretes: Ju Ji-hoon, Kim Kang-woo

Recuerdo cuando el año pasado en el festival se nos vendía el Pinku lésbico humorístico The Torture Club como una de las películas polémicas del evento, pues este año se ha superado con creces. Ya hemos tenido una buena ración de desnudos y morbo con The Maidroid, a pesar de ser una película mediocre, pero ahora lo tendremos mucho más con estas The Treacherous, del director de Memento Mori Min Kyu-Dong.

Nos trasladamos a la Corea del año 1500 para conocer a un personaje histórico real, considerado el mayor tirano de la historia del país, el rey Yeonsan-gun. Siguiendo su loca y libertina forma de ser, encargará a Im Soong-jae -quien ya se ha ocupado de influenciarlo- que recorra el país buscando mujeres para entrenarlas y que compitan para satisfacer su lujuria. Entre ellas destacaran dos, una antigua prostituta que quiere el poder y una joven espadachina con intenciones ocultas.

Ya decía Ángel Sala en la entrevista que los amigos de Cineasia le hicieron sobre la programación asiática antes del festival que esta película era difícil de clasificar, y en parte es cierto. Tendremos esa ambientación histórica, sin ser estrictamente reales los hechos que se narran, tendremos acción y artes marciales, tendremos drama palaciego… pero todo quedara un poco oculto por el erotismo, y quizás ese sea el problema de la misma. Como película de intrigas palaciegas a la coreana la película funciona, esta bien narrada y con el acabado impecable a nivel técnico que suele tener el cine coreano, pero tanto recurrir al erotismo o las escenas calientes, sobre todo en su última parte con un combate lésbico relativamente largo, al principio hace gracia pero después la vuelven un poco aburrida y hosca, el erotismo eclipsa otros elementos y… no se, si me apetece ponerme cachondo veo otras cosas y no una película de época coreana en Sitges… quizás soy yo el raro.

ryuzo 7

Ryuzo and his Seven Henchmen
Japón, Takeshi Kitano, 2015
Intérpretes: Tatsuya Fuji, Masaomi Kondo, Akira Nakao, Akira Onodera, Toru Shinagawa, Ben Hiura, Yoshizumi Ito, Ken Yoshizawa

Seguimos nuestro intenso primer día cinéfilo con el director japonés Takeshi Kitano y su nueva propuesta, Ryuzo and his Seven Henchmen. He de reconocer que no conocía esta producción de antemano y algunas de las informaciones que había leído en plan “Kitano vuelve al género de la Yakuza” eran más erróneas que otra cosa, porque esto es una comedia y de esas tan japonesas que a mi me gustan.

En este caso Beat Takesi no protagoniza el film sino que le deja el honor al conocido actor Tetsuya Fuji que interpreta a Ryuzo, un Yakuza jubilado que vive una vida tranquila con su hijo y su familia. Ryuzo sigue teniendo aún viejas costumbres y cierto renombre y su hijo se avergüenza de su pasado. Pero esta vida quizás es demasiado tranquila y el yakuza terminará reencontrándose con sus viejos compañeros, entre los que se incluyen actores como Masaomi Kondo, Akira Nakao, Akira Onodera, Ben Hiura o Toru Shinagawa, y decidirán crear una nueva familia.

La comedia japonesa más local suele tener sus propios cánones, y más si está metido alguien como Takeshi Kitano de por medio. Suelen ser comedias ligeras, muy situación. En ellas suele haber una base dramática, sea el hecho, como en este caso, de unos viejos fuera de lugar que han visto como su mundo ha cambiado con los años dejándolos a ellos atrás, sea la muerte de un compañero… estas bases dramáticas se trasforman enseguida en situaciones cómicas con total naturalidad, creando una comedia con toques negros que suele ridiculizar, o al menos reírse, de los clichés que todo el mundo espera y conoce, pero dándoles una vuelta cómica. Así es Ryuzo, en donde en un tiroteo de lo más trascendental uno puede no disparar una pistola porque le falta un dedo que se cortó antaño, provocando la risa del personal. Esto es lo que nos encontraremos. Lo que también tiene la comedia japonesa es que muchas veces a ojos occidentales es ingenua o tonta, con pedos de vez en cuando y cosas por el estilo, eso es marca de la casa.

Sin duda la película que más me gustó este primer día, porque a mi me gusta mucho este tipo de comedias, si bien puede no llegar a gustar al grueso de seguidores del director y puede pasar por una obra menor.

sumo road

Sumo Road – The Musical
Japón, Ken Ochiai, 2015
Intérpretes: Lin Yu Chun, Ryusuke Komakine

No penséis que después de esta buena dosis cinéfila se terminaba nuestro reencuentro con Sitges, pasábamos ya al segundo día del festival, ya que era bien entrada la media noche, y nos preparamos para esa sesión que tanto nos gusta y que hemos disfrutado con placer durante los últimos años del festival, el Japan Madness y su ración de locuras y sangre, aunque este año eso de la sangre estaba un poco más suavizado ya que la moda por el splatter más bestia ya se ha pasado y ahora las propuestas son algo más Madness… o no, ya lo veremos.

Iniciamos la velada con un cortometraje de 25 minutos llamado Sumo Road, que nos presenta a un chico gordo que se ve discriminado hasta que encuentra su lugar en el mundo, el club de Sumo de su escuela. La gracia de todo esto es que, como su nombre indica, es un musical y a la mínima se ponen a cantar y bailar para delirio del personal. La película en si mantiene eso que decía cuando hablaba de Ryuzo, una comedia de situación, en este caso en forma de musical, construida sobre un poso de drama ligero, ese joven discriminado y su lucha por encajar en el mundo.

Esta es una propuesta muy divertida, que se agota rápido, es cierto, pero que tiene la duración justa para que te pases riendo unos buenos minutos.

assassination vñassroom

Assassination Classroom
Japón, Eiichiro Hasumi, 2014
Intérpretes: Okuma Anmi, Wakana Aoi

Ya en materia maratoniana la primera película que nos esperaba era Assassination Classroom, adaptación en Live Action del manga homónimo de Yusei Matsui. El manga empezó a publicarse en tomos en 2012 y ha tenido muchísimo éxito, tanto que se ha serializado en animación con una serie de 22 capítulos de este mismo año, Bandai Namco desarrollo esta primavera un juego para 3DS y el personaje de Koro-sensei ha aparecido en diferentes juegos y plataformas a modo de cameo. Además ya se habla de una secuela de este live action para el próximo año. La película fue número uno en el Box Office japonés en su primer fin de semana en pantalla.

La premisa de la que se parte es bastante curiosa. En una escuela de alto nivel si tus notas descienden demasiado te “destierran” a la Clase E, la End Class, en donde eres discriminado y tienes muy pocas esperanzas de salir de ella. Este método mantiene a los demás estudiantes concentrados en sus estudios por miedo y los que acaban allí deben asumir su oscuro destino, ser rechazados. Un buen día la luna explota convirtiéndose en media luna, el responsable es un extraño ser con tentáculos que en secreto propone al gobierno ser el profesor de la Clase E para enseñar a sus alumnos a que lo asesinen antes de su graduación o destruirá la Tierra.

Cuando salíamos del cine escuche alguna conversación sobre lo raro o incoherente de esta historia, el profesor que quiere destruir la tierra y a la vez enseñar a sus alumnos… Creo que darle muchas vueltas a la lógica de historia es tontería, sobre todo sin haber leído el manga original. Lo que si he de decir es que nos encontramos ante una adaptación bien producida a nivel técnico, con un buen presupuesto invertido en los efectos digitales de Koro-sensei, el profesor, que me han parecido más que correctos. El resultado general tiene acción y mucho humor, si bien no os podría decir que tanto se parece al manga, si que estoy viendo el anime en estos momentos y aquel tiene más humor y sentimiento que la película, cambiando el papel de ciertos personajes, pero como adaptación (repito, con respecto al anime) hay escenas directamente iguales y me da la sensación que se parecerán bastante.

El resultado es entretenido y ameno, quizás un poco plano, nada desternillante o sobrecogedor, pero me vale para pasar un buen rato.

The Ninja War of Torakage

Ninja War of Torakage
Japón, Yosihiro Nishimura, 2015
Intérpretes: Takumi Saitoh, Yuria Haga, Eihi Shiina, Kanji Tsuda

Tras finalizar Assassination Classroom eran ya las… ¿3 de la madrugada? Quizás, y tocaba reencontrarnos con la nueva película del incombustible creador de efectos especiales Yosihiro Nishimura. Estaba previsto que presentara la maratón en su comienzo pero por problemas con el avión no lo hizo y el tío allí asomó, a las tantas de la madrugada, junto con el actor protagonista de la película Takumi Saitoh. Este hombre es un cachondo, o se había puesto fino a cerveza en el avión, pero al grito de “Buenas noches cabrones” se puso a comentar cosas en japonés que el propio Saitoh obviaba traducir al ingles. Entre el sueño, y vete tu a saber que más estaba, a tope pero como siempre fue muy divertido verlo sobre el escenario, este hombre es todo un showman.

Y con este panorama comenzamos la película, que se centra en la historia de Torakage, un ninja retirado que vive tranquilamente con su mujer, también ninja, y con su hijo. Cuando su niño es secuestrado por su antiguo maestro, Torakage se verá forzado a volver a la acción. Su encargo es recuperar dos pergaminos de oro y de plata que juntos forman un tesoro único.

Todos los aficionados al cine de serie B japones recordamos muy bien Tokyo Gore Police o la loquisima Helldriver, pero en esta ocasión la cosa va diferente. Esta película es más seria y contenida que las nombradas, intentando construir una historia algo más hilvanada, más desarrollada e importante. El toque gore está, como no, pero queda para momentos de acción más puntuales, más esperados, acción que no esta mal, aunque como suele ser normal es muy excesiva dándole un toque de caricatura. Pero es que el exceso es la marca de la casa de este tipo de producciones, y ya nos lo decía el propio Nishimura, el exceso es divertido. Aunque ya he dicho que la historia pretenda tener un toque de seriedad, la comedia en su forma más tonta aparecerá en muchas ocasiones, entre eso y el exceso antes comentado el aire general es ese, el de acción y diversión, pero de una forma mucho más contenida que en películas anteriores del director.

Y así terminamos este primer, e intenso, día en el Festival de Sitges, la última película de la maratón era Ninja Hunter del dudoso Seiji Chiba. Entre el sueño que tenia y que el director ya hizo un engendro como Alien vs Ninja grabado en la misma cueva, literalmente, no me quedaron ganas de intentar verla y me fui a la cama. Luego me comentaban que no estuvo nada mal, otra vez será.

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