Yasuharu HasebeEl nombre de Yasuharu Hasebe puede no ser muy familiar para muchos de los que lean este artículo. Hasebe es un cineasta que no tiene un ejercito de fans, pero debe ser reconocido por los aficionados al cine japonés de los setenta. Entre sus mayores logros está la creación de la serie “Stray Cat Rock” dentro del subgénero del Pinky Violence, pero su trabajo se extiende mucho más allá de esto, un trabajo demoledor, iconoclasta y lleno de tabús. Sus películas dentro del Pinky Violence definirían su carrera de forma indefectible en producciones como “Rape!” y “Assault! Jack the Ripper”, donde podríamos definirlo como alguien al que le gusta romper las reglas cinematográficas. Hasebe es un director que creará opiniones encontradas y radicales en todo aquel que explore su filmografía, pero al que no se le puede negar su habilidad como narrador, su condición de artista trasgresor y su magistral ojo para lo visual.

Nacido el 4 de abril de 1932, Hasebe fue criado en una familia cariñosa y compartió una relación de confianza con su padre en particular. Criado en el Japón de la posguerra, Hasebe era una esponja con todo el cine americano y francés que caía en sus manos. Al terminar secundaria se matriculó en la Universidad de Waseda (una de las universidades privadas más prestigiosas de Japón), donde estudió literatura francesa, sería entonces cuando se convertiría en aprendiz de guionista reescribiendo historias de otros. Con el tiempo acabaría fichando por la Nikkatsu en 1958, donde perfeccionaría sus habilidades y aprendería el funcionamiento de la industria. En aquel momento aún había muy poco trabajo en televisión por eso toda su formación estaba expresamente dirigida hacia el mundo del cine. En estos años en la Nikkatsu Hasebe trabajó principalmente como asistente de director, trabajando mucho y con pocos descansos. Pasó 8 años como ayudante de dirección, participando en 50 a 60 películas durante ese período con directores como Seijun Suzuki (Branded to Kill, Tokyo Drifter, Tattooed Life), Takashi Nomura (A Colt is My Passport) y Motomu “Tan” Ida (3 Seconds Before Explosion).

Después de años de trabajo constante junto a algunos de los mejores directores de cine de género que Japón podía ofrecer en ese momento, en 1966, los poderes fácticos de la Nikkatsu decidieron que era el momento de ver lo que Hasebe podía hacer en una producción propia. La génesis de su primera película “Black Tight Killers” venia con la esperanza de los productores en crear un nuevo tipo de cine de acción. Las películas de James Bond estaba muy de moda y el guión incluye una historia con este tipo de elementos en su fondo, pero sería cierto cambio de tono y el sentido del humor incluido en el guión lo que atraería a Hasebe hacia este proyecto. Cuando llegó el momento de seleccionar a los actores, Hasebe fue capaz de mover algunos hilos y hablar con su viejo amigo (y mega-estrella) Akira Kobayashi, quien había llegado a conocer muy bien durante sus años como ayudante de dirección. Yasuharu también ha confesado que tenía cierta influencia de las películas de Seijun Suzuki, en particular su humor, así como de Kihachi Okamoto (The Sword of Doom).

black tight killers

A raíz de “Black Tight Killers”, Hasebe continuó trabajando en películas de género como “Massacre Gun” (1967), “Territorial Dispute” (1968), “Savage Wolf Pack” (1969), “Roughneck” (1969) y “Bloody Territories” (1969). “Masacre Gun” es quizás la más destacada ya que contaba de nuevo con Akira Kobayashi, aunque esta protagonizada por Jo Shishido, quien había protagonizado la influyente “Branded to Kill” (dirigida por Seijun Suzuki) al igual que “A Colt is my Passport” (dirigida por Takashi Nomura) ese mismo año. De hecho la Nikkatsu llegaría a comercializar las tres películas juntas como una especie de trilogía. La historia parece ser la del típico yakuza, con Jo Shishido y Tatsuya Fuji (un habitual del cine del director) enfadados con unos yakuzas locales después de que avergonzaran a su hermano menor. Pronto intercambiaran roles con los yakuzas y la guerra por el territorio se recrudecerá. “Territorial Dispute” es otra película típica de yakuzas que protagonizará Akira Kobayashi, esta vez como un ex-convicto que regresa a casa para intentar mantener el clan a pesar del asesinato de su jefe. Esta pequeña joya aparentemente es la primera en la que Hasebe cuenta con Meiko Kaji como actriz. No faltaría mucho tiempo antes de que ambos dieran a luz la exitosa “Stray Cat Rock”.

Por su parte “Bloody Territories” es una pieza de cine de yakuzas muy estándar, con algunos momentos pero lastrada por el convencionalismo. La película una vez más contó con el amigo de Hasebe Akira Kobayashi, que realmente ayudo a mover la carrera del director durante esta primera etapa. “Savage Wolf Pack” fue su siguiente película, un cuento de venganza donde un cazador persigue a los jóvenes moteros violadores de su hermana, que se suicidó tras los hechos. Lamentablemente este áspero relato no es fácil de encontrar fuera de las fronteras niponas.

Más adelante en su carrera Hasebe fue instado por la Nikkatsu ha realizar una película orientada a los jóvenes, descarada y picante, con la megaestrella Akiko Wada. Wada era muy conocida como sensual cantante de voz ronca e imponente figura debido a su gran estatura. Aún hoy es muy conocida en Japón, pero en estas primeras etapas de su carrera era una mercancía muy deseada. Ella no trasmitía una imagen de belleza convencional, pero tenía carisma y cierto atractivo sexual y pudimos disfrutarla en “Stray Cat Rock: Delinquent Girl Boss”. En ese momento Wada estaba representada por HoriPro, lo que convirtió la película en una especie de co-producción entre Nikkatsu y esta empresa, sobre este tema Hasebe declaró “Ellos manejaban la planificación de la película en lugar de la Nikkatsu, creo que el estudio estaba empezando a tener problemas para financiar sus grandes producciones de yakuzas y acción…”. Hasebe tuvo una gran libertad creativa en este proyecto, a pesar de haber dos empresas detrás del mismo, lo que demuestra la fe que debía haber tenido la Nikkatsu en él en aquel momento.

Stray Cat Rock Female Boss

La serie “The Alleycat Rock”/”Stray Cat Rock” se convirtió en un gran éxito, y a pesar de no ser una producción de la TOEI (los creadores originales del subgénero), se consideran las películas de referencia dentro del Pinky Violence. Esta primera entrega de la serie demostraría ser la más icónica (aunque no es tan popular como la tercera entrega), con su imaginario de pandilla de motociclistas y chicas a la moda que encapsulan perfectamente la época en la que fue realizada. Hasebe co-escribió el guión bajo el seudónimo de “Takashi Fujii” y realmente ayudo a que esta nueva ola de películas con “mensaje” orientadas a jóvenes dominaran la década. Además ayudó a lanzar la carrera de Meiko Kaji, quien se convertiría en el mascarón de proa del empoderamiento de la mujer en el cine japones durante los años setenta. En ese momento las películas de estudio corrían peligro y sentían el impacto por una parte de la importación de cine americano y por otra de la proliferación del cine erótico o pinku eiga, que era decididamente más popular que las películas de género más tradicionales que salían de los grandes estudios. Según Hasebe “En ese momento, Jo Shishido y Akira Kobayashi eran realmente las grandes estrellas en la Nikkatsu, pero el estudio sabía que, si iban a continuar con sus operaciones, necesitaban crear estrellas para la próxima generación; por eso Meiko Kaji y Tatsuya Fuji fueron seleccionados como las principales estrellas de la serie Stray Cat Rock”. Esta serie, al contrario que otros Pinky Violence más exploit, ofrecía una mirada mucho más inteligente e iconoclasta en la cultura juvenil en los años sesenta y setenta. El elemento de la explotación estaba allí, pero no era el objetivo principal.

En contraste directo con las populares producciones de la TOEI en torno al Pinky Violence basado en la acción y el erotismo, la Nikkatsu (al borde de la quiebra) decide entonces crear su propia línea de porno romántico (Roman Porno) que ofrecería una dura competencia en el mercado. Estas películas tenían un mayor presupuesto y esencialmente eran Pinku que se dirigían específicamente a parejas. Muchos empleados del estudio abandonarían el barco, nada conformes con las líneas eróticas que estaba tomando la Nikkatsu. La más notable es Meiko Kaji, que dio el salto a los estudios TOEI y se convirtió en una estrella aún más popular con la saga Female Prisoner Scorpion. En aquel momento Hasebe estaba más interesado en realizar películas de acción, que era lo que el buscaba como espectador. Durante esos años el director se pasó a la televisión, donde no le faltó trabajo. También tuvo la oportunidad de trabajar para la TOEI, después de que Meiko Kaji hablara en su favor, dirigiendo “Female Convict Scorpion: Grudge Song” (1973). La película se vio empañada por numerosos problemas con el director original de la serie, Shunya Ito, afirmando que las películas estaban muertas después de los constantes recortes presupuestarios. TOEI se contradijo a sí misma y las realizo de todos modos. Sin embargo su hogar estaba en la Nikkatsu y a su vuelta dirigió “Sukeban Deka: Dirty Mary” (1974). que era más o menos una especie de clon femenino de Harry el Sucio. Serían las siguiente producciones de Hasebe las que volverían a dar un impulso a su carera, siendo alabado por unos y maldecido por otros.

grudge song

En 1976 Hasebe ayudo a cimentar un subgénero del Pinku, el Pinky Violence. Esta nueva forma de pinku eiga, surgida bajo la bandera del roman porno, mostraría un lado más oscuro y morboso, rozando casi con el erótico grotesco. En ultima estancia, estas películas mostraban una fijación por la violación y la esclavitud, pero mantenían el ritmo metódico y la dirección de arte y ensayo que ayudo a desarrollar el pinku eiga en general. Con sus siguientes películas Hasebe definiría el erotismo trasgresor y desafiaría a todos aquellos que decidieran verlas. Durante sus años en el Pinky Violence Hasebe hizo un quinteto de películas que no están vinculadas entre si por nada que no sea la violación, pero que se suelen colocar juntas por el estado de ánimo y la atmósfera. Esta serie comenzó con “Rape!” (1976), protagonizada por Natsuko Yashiro como una joven mujer de negocios que es violada en el ascensor de su edificio de apartamentos. El resto de la película sigue a la chica y a su atacante, que finalmente se reencuentran en circunstancias diferentes. La primera entrega de esta saga sería un éxito para el director que continuaría en el mundo del Pinky violence con “Assault! Jack the Ripper” (1976) y “Rape! 13th Hours” (1977). Aunque éxitos financieros, estas películas eran de naturaleza salvaje y rozaban los límites del buen gusto. Tanto es así que la Nikkatsu decidió recortar los límites de la ultra-violencia de su Roman Porno asignando al productor Ryoji Ito para que vigilase el producto final y evitase la intervención de la censura. Afortunadamente Ito compartía ideales artísticos con Hasebe y al final trabajaron bien juntos.

Assault! Jack the Ripper” y “Rape! 13th Hour” serían considerados, en última instancia, los trabajos más extremos y dementes de Hasebe. “Assault! Jack the Ripper”, la segunda película del quinteto que comentábamos antes, cuenta la historia de un chef y una joven camarera que terminan atropellando a una joven por accidente. Cuando esconden el cuerpo descubren que la emoción de la muerte ha despertado en ellos. Lo que sigue a partir de aquí es una historia de egoísmo y muerte relacionadas con el amor. La película, a pesar de sus espeluznantes imágenes y apuñalamientos vaginales, resulta ser una especie de estudio sobre ambos personajes y sus motivaciones. “Rape! 13th Hour” es probablemente su película más inquietante. La historia en general se centra en un violador en serie llamado “Crimson” que toma a un joven empleado de una gasolinera bajo su tutela y le muestra las alegrías de la violación. Violenta y desagradable, conserva un cierto nivel de inteligencia a pesar de su dura naturaleza.

jack the ripper

Sus últimos dos proyectos dentro de este subgénero del Pinky Violence son “Osou!” (1978) (AKA: Attacked! o Attack!) y “Raping!” (1978) (AKA: Outrage! o Rampage!), ambas más suaves en sus niveles de violencia, pero casi tan sórdidas en su contenido. “Attack!” mostró a Hasebe trabajando dentro de los límites del thriller al seguir a una mujer policía que ha sufrido una violación y comienza a buscar a su agresor. La película nunca deja de ofrecer un gancho a la audiencia y por lo general la conclusión esta abierta a muchas interpretaciones según el público. Su última película de este quinteto, “Raping!”, presenta una historia que podría clasificarse de ridícula ya que se basa en una serie continua de secuencias de violación. Considerada por muchos como una crítica al género en si misma o como una simple excusa para mostrar una serie de fantasías sexuales, la película mostró las limitaciones del género y marco una especie de huida hacia delante en la carrera de Hasebe.

Con la llegada de los años ochenta y el advenimiento de VHS, la carrera de Hasebe se pasó al mercado del vídeo doméstico y su trabajo es muy difícil de localizar a partir de este período. Sin embargo, Hasebe hizo más que suficiente para encumbrarse a sí mismo entre los más grandes directores de cine de explotación de Japón durante sus mejores años. Un cineasta que tenía ideas peculiares y le gustaba correr riesgos, Yasuharu Hasebe hizo lo suyo sin miedo a asomarse al precipicio. Un cineasta visionario que mostró un enorme talento en todos los campos en los que intentó trabajar, es lamentable que su obre sea tan difícil de ver fuera de las fronteras de Japón, sin embargo sus películas están ahí para ser descubiertas.

NOTA: Esta es una traducción libre y adaptada del artículo original en Ingles escrito por Josh para VCinemaShow.

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